martes, 20 de julio de 2010

Día 12. Amistad divino tesoro





Hoy es el (comercial pero lindo al fín) día del amigo. Así que traté de dedicarlo a esas personitas que se cuentan con los dedos de una mano pero que son capaces de cambiarte la cara en un segundo.

Por la mañana desayuné y estuve unas horas, hasta el mediodía, con Magdalena. Una amiga que conocí en el trabajo -aunque cursamos la misma carrera en la misma facultad, ella dos generaciones mayor- y que además de ser una gran amiga y confesora es mi catequista (sí, estoy por tomar la primera comunión a esta edad pero eso es un cuento para más adelante).

Luego de dar unas vueltas e intentar -frustradamente- almorzar con Flavia, mi otra gran amiga (que conocí hace casi 7 años pero es para mi casi como una hermana y merece un capítulo aparte aquí, además de una etiqueta, claro está) y pagar algunas cuentas me tomé el autobús (ómnibus-bondi) a lo de Clara, o Pitu. Mi tercer - y paremos de contar- verdadera amiga.

Anaclara -así es su nombre completo pero no digan que les dije- es la mamá de Tommy (Tomás) el pequeñuelo de la "familia". Clara fue madre a los 22 años y el enano es el sol de nuestros ojos, además de ser un payaso y un mimoso de sus "tías".

Estuve en la casa de ellos desde las 14 hasta las 21 jugando a los Lego, mirando Wall e y comiendo golosinas. La verdad es que él es muchas veces una terapia, da besos y abrazos hermosos y pone unas caras que son un show. Les dejo una foto del payasín.

Mañana a madrugar para seguir con el trabajo de la facu. Besos!

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